No es lo mismo el estado del bienestar que el bienestar del Estado (Recortes nº 8 y final)


El título del post es una glosa de algo que dijo durante su toma de posesión el nuevo presidente de la CEOE, Juan Rosell, sustituto desde hace unos días del sinvergüenza de Gerardo Díaz Ferrán: «Debemos salvar nuestro estado del bienestar haciendo todas las reformas que deben hacerse y postergando el bienestar del Estado».

La frase del flamante presidente de la patronal me parece especialmente acertada, pues sintetiza de modo brillante lo que ya es un clamor: hay que hacer recortes en el aparato del Estado, especialmente en su segundo nivel, el autonómico, que es donde se han alcanzado las mayores cotas de desmadre. Lo dicen el Financial Times, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, los medios de comunicación más importantes, la patronal, los ciudadanos medianamente informados … y desde hace tres años, UPyD.

Efectivamente, desde su nacimiento en el año 2007 uno de los leit motivs de UPyD ha sido la racionalización de la Administración del Estado, eliminando organismos superfluos o redundantes y gastos innecesarios, algo en lo que han incurrido especialmente las diecisiete Comunidades Autónomas, convertidas en verdaderos miniestados con toda la pompa y el boato asociados.

El discurso ha tardado en calar, pero ante las circunstancias hasta el más tozudo ha de rendirse a la evidencia. Hoy mismo el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial Manuel Chaves ha encargado un informe «para eliminar duplicidades de las Comunidades Autónomas», aunque hace apenas medio año, cuando UPyD presentó una propuesta en ese sentido, afirmó que el Gobierno no era competente para controlar los gastos de las Autonomías (ver más información aquí).

Por mi parte inicié hace ya  seis meses, muy poco después de abrir mi blog, una serie a la que llamé «Recortes» y que ha tenido hasta ahora siete entregas: sobre el Senado, que yo no creo que haya que reformar sino directamente eliminar (en esto discrepo de la línea oficial de UPyD), las «embajadas» catalanas y vascas, el exceso de ministerios y de consejerías de los gobiernos autónomos (en tres entregas), la minería del carbón, los llamados «observatorios» y las televisiones públicas (colaboración especial de Juan Ramón Sánchez Carballido).

Pensaba completar la serie con al menos otras tres entregas para llegar a diez, número redondo y adecuado para una mente cartesiana como la mía, o quizás cinco, para que fueran doce como los trabajos de Hércules. Una de ellas iría dedicada al gasto de las distintas administraciones en asesores, pero me ha resultado imposible siquiera llegar a saber su número aproximado y aún menos el dinero que se gasta en ellos. Algunas de las cosas que he leído me parecen directamente absurdas, por ejemplo el número de asesores con los que cuentan Zapatero o Ruiz Gallardón, por lo que casi ni me atrevo a publicarlas aquí.

Otra de las entregas previstas pensaba titularla «Los servicios meteorológicos de la Señorita Pepis», en alusión a los servicios meteorológicos autonómicos de chichinabo que se han creado en los últimos años, algo que me toca muy directamente como funcionario del anteriormente llamado Instituto Nacional de Meteorología, el INM de mis entretelas, que con la Ley de Agencias de 2006 ha pasado a llamarse AEMET, siglas de Agencia Estatal (no Española ni aún Nacional, ¡ay…!) de Meteorología. Y es que si es absurdo poner puertas al campo como se ha hecho recientemente al dividir la gestión de los Parques Nacionales entre los gobiernos de las distintas Comunidades Autónomas cuando su territorio abarca más de una, caso del de los Picos de Europa, poner fronteras en el cielo ya roza el disparate.

También tenía en cartera otro titulado «La Casa Real, la Casita del Príncipe y la caseta del perro», evidentemente sobre el dispendio que supone mantener a la cada vez más poblada Familia Real por más que nos intenten convencer de que son «muy sobrios». Para un republicano convencido como yo cualquier gasto en ese capítulo está de más, y aunque quizá tener un Presidente de la República de España nos saldría más o menos igual de caro al menos tendríamos la posibilidad de votarle y de botarle.

El tema de los recortes da para mucho, muchísimo más, no olvidemos las subvenciones que reciben los partidos, sindicatos y oenegés, por ejemplo, pero como hemos llegado a un punto en que todo el mundo (¡hasta el Gobierno central!) tiene asumido que hay que meter la tijera sin piedad en las excrecencias del Estado, y yo además tengo ahora otros asuntos en mente, cierro aquí mi serie «Recortes» despidiéndome con unos infames ripios que no recuerdo bien cuando escribí, pero que a juzgar por el resultado probablemente fue aquel día en que tuve un bajón de azúcar que me dejó con las facultades mentales claramente disminuidas:

Erradicados Senado y «embajadas» catalanas/ denegados los subsidios a la farsa del carbón/ despedidos asesores, canceladas las contratas/ las empresas semipúblicas puestas en supervisión/ fuera los observatorios de la mismísima Nada/  fulminados  los llamados centros de interpretación/ eliminados cabildos y demás mamarrachadas/ministerios reducidos a su mínima expresión/ la Real Casa borbónica (como poco) recortada/ televisiones locales en pronta desconexión/ servicios meteorológicos sin absurda coartada/ y otros recortes que en euros suponen un buen montón/ cantemos los funcionarios, brindemos los pensionistas/ riamos los ciudadanos de nuestra pobre nación/ que no va a ser necesario que nos toquen los salarios/ los impuestos, los … mitones ni la mísera pensión

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9 respuestas a No es lo mismo el estado del bienestar que el bienestar del Estado (Recortes nº 8 y final)

  1. Perséfone dijo:

    Unos ripios escalofriantes. Yo los veo hasta aurorales, fíjate. Y sin haber descorchado todavá el Juvé que tengo en la nevera. Algún día, que ni tu ni yo veremos, se harán realidad, al menos algunos de ellos. El nacionalismo fracasará como lo hicieron ya el comunismo y el fascismo (se lo escuche al maestro Félix de Azúa, qué paz me dio)). Y entonces ( y sólo entonces) la monarquía caerá, o no. Unos tipos tan localistas como los españoles necesitan un rey para mantenerse unidos. en esto soy púramente transversal: monárquico práctico y republicano teórico.

    • alexroa dijo:

      Es lo que tienen los derrames cerebrales, que le dejan a uno muy tocado. Estoy de acuerdo en que el nacionalismo fracasará, pero no veo que el momento esté cercano.

  2. Ciclón dijo:

    Os cuento una cosa en secreto, pero que «me gustaría que todo el mundo se enterase»: Este verano trabajé en una ONG, que trabajaba para la integración social de los jóvenes de Africa, cual fue mi sorpresa cuando resulta que todos los jóvenes a excepción de dos de ellos, eran de clase alta en su país de origen, toda su ropa era de marca, hablaban más de dos idiomas, hijos de políticos, médicos, etc. jamás habían pasado necesidad alguna: ni moral ni material, comían sólo lo que les gustaba pero se lo compraban fuera, se les veía muy seguros de sí mismos….los jóvenes españoles que compartieron la concicencia con ellos, tuvieron que pagar por recibir esta experiencia, ya que se comunicó a las familias de estos chavales que toda la subvención del gobierno español era para los de fuera, hicieron un verdadero esfuerzo para que sus hijos compartieran y aprendieran a convivir con gente diferente en costumbres a ellos, imaginaros el gasto impresionante que debe de haber detrás de este telón de paja.

  3. Jose dijo:

    No tengo ni idea de cuál es el gasto de la casa real, ni tampoco hasta qué grado de parentesco alcanzan sus privilegios. Dicho lo cual:
    i) Si de mí dependiera, incluiría solamente en los gastos al rey y a sus 2 ó 3 herederos directos, junto a sus respectivos hijos, mientras no abandonaran el domicilio paterno, y sus cónyuges. Un ejemplo: a Cristina y Elena, independientes del hogar paterno y lejos de la línea heredera por la existencia de las hijas de Felipe, ni un duro.
    ii) No creo que sin casa real nos ahorráramos gran cosa, porque el presidente de la república también tendría familia y gastos asociados. Y el ser privilegios con fecha de caducidad tal vez animara a sus beneficiarios a sacarles el máximo rendimiento durante su período de esplendor. Por otro lado, lo primero que hace cada nuevo cargo que accede a su nuevo despacho es gastarse una millonada en cambiar hasta los marcos de los cuadros. Si donde dice despacho decimos palacio…

    iii) Recordar estos despilfarros me da bajón. Sin ningún criterio racional aun en los temas técnicos. Creo que ya conté que aquí, en Cantabria, después de años discutiendo si AVE por Bilbao, si AVE por la meseta (incluso si AVE por los dos sitios), un ingeniero se atrevió a escribir un artículo en la prensa en la que informaba de que, dado el relieve de la zona y la pendiente máxima que permite dicho tren, sólo sería posible su construcción si desde Corrales de Buelna (donde comienza lo pindio) se iniciara un túnel que volvería a ver la luz ¡en Mataporquera! a 25 km de Reinosa (donde lo pindio acaba). Panda de maleantes, aldeanos y vividores.
    iv) Suscribo los tres últimos renglones de Perséfone
    v) Feliz Navidad.

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  5. manuel ruiz dijo:

    Todo pasa por la supresión de lo innecesario y de lo redundante. Si los ciudadanos ven que UPyD predica con el ejemplo desde los municipios y Comunidades estaremos en buen lugar en la parrilla de salida de las generales de 2012.
    Pero los ciudadanos …. ¡Ay, los ciudadanos! Estos días es tremenda noticia que el PSOE se ha derrumbado en las encuestas, que los votantes les castigarán severamente, que andan en el 29 y pico por ciento de intención de voto. Todo mentira, sólo se alejan del gobierno pero no cambia nada. Yo lo veo justo al revés: Con la que ha organizado el conjugante planetario ¿cómo es posible que aún casi un 30% esté dispuesto a votarle? (a veces me da miedo, y hartazgo)

    • alexroa dijo:

      Pues que el único hartazgo que sientas sea el debido a las comilonas de estos días. Sólo faltaría que «los buenos» nos desanimáramos.

  6. Alicia dijo:

    A mí me parece que si lo de ser REY es realmente un trabajo y es necesario que haya uno que le paguen 2000 euros al mes o menos, pero que se lo gane haciendo oposiciones y que todas las personas de España podamos optar a ser reyes de España(a mí personalmente me horrorizaría y además no sé si aprobaría el examen de campechanería ,no sé ser tan guai). Porque si realmente uno se para a pensar detenidamente por qué ,siendo todos humanos con las mismas necesidades , más o menos hechos todos de la misma pasta con los mismos derechos , con el mismo origen y el mismo fín, existen esas ridículas e injustas jerarquías. Yo creo que todos los hombres necesitan comer más o menos 2000 calorías al día, y todos necesitan ir al médico cuando están enfermos y llevar a sus hijos al mejor colegio posible. Siendo así yo no entiendo porque tiene que haber alguien que sea el rey,¿ el rey de qué .? Es hasta ridícula la palabra. Es anticuado y peor que el feudalismo. Podíamos nombrar a alguien que fuera Dios en la tierra. Que todos sus hijos y nietos sean también dioses y semidioses y que ninguno tenga que trabajar y que gaste muchísimo dinero que no se ha ganado mientras montones de personas que les veneran se mueren de hambre. Siento ser tan radical, pero es que el tema rey me puede. Los Reyes Magos sí, Esos me caen mejor.

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