Sobre las elecciones internas en los partidos (y en UPyD)


JustaPublica hoy el diario El Mundo un artículo de Jesús Fernández-Villaverde, catedrático de Economía en la Universidad de Pennsylvania, y de Luis Garicano, también catedrático de Economía en la prestigiosa London School of Economics, esa que produce premios Nobel como churros, titulado «Vidas paralelas de dos ‘apparatchik'». El artículo (no permite enlazarlo) hace referencia a la actual presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, puesta allí por el dedo de su antecesor, José Antonio Griñán, y al candidato popular a disputarle el puesto, José Manuel Moreno, designado hace unos días por el dedo de Mariano Rajoy.

Ambos políticos, uno de cada uno de los dos partidos que han dominado la política española durante las tres últimas décadas, tienen en común su exiguo curriculum académico y su nulo curriculum laboral fuera de sus respectivas partidos, lo que les convierte en unos perfectos ‘apparatchik’, profesionales del aparato del partido, en opinión de los autores del artículo (y de la de cualquiera que sepa un poco de estas cosas, diría yo). Así que, ¿cómo es posible que personas así, tan poco formadas y con tan poca experiencia fuera de su partido, sean las que, cada vez en mayor medida, dominan la política española?

Según los propios autores, «la respuesta, por sencilla, no es menos descorazonadora. Los partidos españoles son estructuras jerárquicas y centralizadas, cerradas frente a la sociedad y cuyas burocracias se concentran, antes que nada, en el mantenimiento de unas rentas que pagamos todos los demás españoles. Gracias al control con mano de hierro de las listas electorales desde el centro del partido, a una ley electoral que limita la competencia por los escaños y a la ausencia de mecanismos efectivos de fiscalización desde la judicatura, los medios de comunicación y la sociedad civil, estas jerarquías los dominan todo. Muchas son las consecuencias preocupantes de esta situación. La falta de democracia interna lleva a una peligrosa ausencia de rendición de cuentas. El jefe hace lo que quiere y no se confunde. Para eso es el jefe. El que se mueve no sale en la foto, ¿recuerdan?«

Creo que el sintético párrafo anterior constituye un retrato certero de la realidad de los partidos consolidados, no sólo el PP y el PSOE, también de los demás que detentan o que han detentado el poder en España o en alguna de sus comunidades o municipios. Pero también puede constituir un retrato anticipado, más o menos como el de Dorian Grey, de los nuevos partidos que pugnan por hacerse un hueco en la política española intentando dejar atrás los vicios y malas prácticas de sus mayores. Como es el caso de UPyD, claro está.

En UPyD se han establecido unos procedimientos tanto para las elecciones primarias, en las que se elige a los candidatos que luego se presentarán a una elección posterior, tal y como acabamos de hacer con las elecciones europeas, como para las elecciones internas, en las que se elige a los cargos orgánicos ejecutivos que dirigen el partido en sus distintos niveles estatal, autonómico o municipal, o a los integrantes de los órganos deliberativos, el Consejo Político Nacional y los Consejos Políticos Territoriales en algunas comunidades, así como a los delegados que asisten a los Congresos que se celebran cada cuatro años.

Unos procedimientos que, sobre el papel, están más que claros, y que nos sitúan como partido entre los más democráticos, si no el que más, de los que actúan en España, puesto que no se exigen avales para presentarse a ninguna elección interna o primaria, tan sólo ser afiliado a UPyD y estar al corriente de pago y en plenitud de derechos, es decir, no haber sido suspendido de militancia temporalmente (artículos 755 de los Estatutos de UPyD para lo esencial).

Esto es lo que dicen los Estatutos de UPyD y bien dicho está, al menos en el sentido de que han sido aprobados en el reciente Segundo Congreso de noviembre de 2013, y así quedará hasta el siguiente Congreso ordinario, entre tres y cuatro años después de la fecha anterior. Y es con eso con lo que nos deberíamos quedar los afiliados de UPyD, desde el primero hasta el último, con lo que dicen nuestros propios Estatutos, pero parece ser que no somos capaces.

Para serlo, deberíamos en primer lugar ignorar los intentos de manipulación de los medios de comunicación, muchas veces teledirigidos por nuestros adversarios políticos, pero otras muchas (no sé si las más o las menos) movidos simplemente por la voluntad de crear morbo y así vender más (si es que hoy en día algún medio de comunicación vende algo). De ahí los titulares sobre «la división interna de UPyD», que «se resquebraja» en cuanto hay dos o más candidaturas para algún cargo político u orgánico, apoyados por informaciones obtenidas de «fuentes cercanas a Fulanito» o «del entorno de Menganito». Que en casi todos los casos, al menos en aquellos que conozco de cerca, suelen tener más de ficción y recreación literaria que de otra cosa. Y aunque a veces haya algo de cierto no significa que haya que creerse a pie juntillas lo que nos cuentan.

Y en segundo lugar, pero mucho más importante, deberíamos ser capaces de abstraernos de nuestras propias disputas internas, inevitables en cualquier grupo de personas, sea del tamaño que sea, que trabajan o desarrollan conjuntamente cualquier actividad o que tienen intereses comunes y muchas veces en conflicto.

Y sí, por ejemplo, en unas elecciones para un órgano ejecutivo como son los Consejos Territoriales (de los que hay uno por cada comunidad autonóma) se presenta más de una candidatura, deberíamos considerarlo como lo más normal del mundo. Es más, creo que deberíamos considerarlo como la situación más deseable. Mucho más que el que se presente una sola candidatura que, al no tener competencia, no se tienen por qué esforzar, ni en convencer a los afiliados-votantes durante una campaña de que son los mejores para dirigir al partido en su ámbito, ni mucho menos en demostrarlo después de haber (casi inevitablemente) ganado.

Como deseable sería también que no hubiera injerencia alguna por parte del órgano superior del partido, que es el Consejo de Dirección, ni directa ni indirecta, ni descarada ni disimulada. Aunque sólo fuera por respetar la letra y el espíritu de nuestros propios Estatutos que hablan de igualdad de oportunidades y de valorar el mérito y la capacidad de los afiliados y no de esas otras cosas a las que se refiere el artículo de Fernández-Villaverde y Garicano citado al principio de este post. Esas otras cosas que forman parte de un (posible) retrato futuro de nuestro partido si es que somos tan tontos o tan inútiles como para no ser capaces de evitarlas, en cuyo caso nos habríamos convertido en un partido más.

Concluyendo, unas elecciones dentro de un partido, sean para un proceso de primarias o para elegir cargos internos, pueden ser (deberían ser, mejor dicho) una contienda noble a la par que dura e intensa, con exquisito respeto a las reglas pero también con las necesarias protecciones para que nadie, ganador o perdedor, salga herido en el proceso. Y ya sé que las justas medievales ya no están de moda, pero yo, por si acaso, ya estoy sacando brillo a mi armadura y poniendo una bola en la punta de mi lanza.

Esta entrada fue publicada en Reflexiones y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

22 respuestas a Sobre las elecciones internas en los partidos (y en UPyD)

  1. José Manuel Ferradas dijo:

    UPyD tiene unos puntos fundacionales y unos principios tan nítidos que quién se sale de ellos tiende a ponerse en evidencia porque si actúas de forma opuesta tus ideas es difícil gozar de credibilidad.
    Nuestra realidad debería ser muy simple: cumplir lo que prometimos y exigirnos lo que exigimos.

  2. Uno que tal... Roa for president dijo:

    A mi una cosa que «me encantó», fue como habia gente de Territorial Madrid que de cara a ser elegidos delegados para el Congreso del partido, ni siquiera se tomarón la molestia de hacer una hoja de presentación decente o salir al estrado a comunicarnos al resto porque erán ideales para que les eligiesemos con nuestros votos. No se como estará la cosa fuera de Madrid, pero aqui si necesitamos una candidatura alternativa, como agua de mayo… El pesebre empieza a oler y necesita un desalojo para limpiar algunas heces…

  3. uno de tantos dijo:

    Comparto el artículo básicamente, y si creo que (como ‘uno que tal’ que me precede) hay algunas aguas estancadas que habría que dejarlas correr. Corremos el riesgo, pese a las primarias, de incurrir en los mismos pecados eternos: la política ha de ser el medio para lograr los objetivos del grupo, y ha de ser remunerado el esfuerzo, pero nunca la política debe de ser una profesión en un sentido salarial, porque ya no se defienden las ideas sino el puesto de trabajo, y ahí puede caber todo. Un ejemplo: los grupos de afiliados de última hora.

  4. Aurora Sotos dijo:

    Los torneos medievales eran entre caballeros que respetaban las reglas y se extinguieron por la decadencia de sus costumbres. Trabajar por el bien general es duro y agotador, algunos lo sabemos por experiencia propia. En la partitocracia a que hemos llegado, la competencia no es por mejorar el bien de la sociedad, sino por unos «supuestos» privilegios de las burocracias partidistas. Espero que alcancen pronto la decadencia. Nuestra sociedad y nuestro país no tiene tiempo.

  5. Buen artículo Alex aunque discrepo en cuanto a que la dirección deba permanecer neutral. Eso sí creo que debemos ser adultos y revolcar a la dirección cuando creemos que no ha hecho la mejor elección. El juego democrático y de partido hace que haya relaciones de confianza, personas que dependen de los ingresos de su actividad política e inercias. Vencer vicios y que no sea fácil permite que convivan estabilidad y mejora continua

    • alexroa dijo:

      Gracias, Andrés. Podría estar de acuerdo contigo en que la dirección no deba ser neutral, a lo mejor me convences con buenos argumentos, como acostumbras. Con lo que no puedo estar de acuerdo es con que desde la dirección se presuma de ser neutral pero luego se apoye, más o menos disimuladamente, a algún candidato en primarias o a alguna candidatura en elecciones internas, que es la práctica real. A veces algunos miembros de la dirección apoyan a algún candidato diciendo que es a título personal y que pueden hacerlo como cualquier afiliado. Pero, ¡oh, casualidad! todos esos miembros apoyan al mismo candidato. Blanco y en botella: leche. En fin, que aquí somos todos mayorcitos como para andarnos con esas cosas.

      • La dirección fue muy explícita en las últimas primarias en su apoyo a Sosa.

        En procesos más recientes como la elección de delegados al congreso si hubo ambigüedad pero creo que se redujo en los debates previos que fueron duros y claros. Nos queda mucho que construir y no poco que pelear (también entre nosotros 🙂 ).

        Un abrazo

      • Juan Carlos Contreras dijo:

        Totalmente de acuerdo Alex, no debe de postularse NINGÚN miembro del Consejo de Dirección hacía ningún candidato, le haría un flaco favor al procedo democrático interno, además esa postulación puede ser por motivos de amistad, y no realmente porque crea que es el candidato más capacitado. Un saludo, Juan Carlos de Murcia

    • Víctor del Hoyo Arriaza dijo:

      Siento disentir profundamente Andrés. A la dirección, que yo sepa, no le toca decidir quién ostenta los cargos de representación de los afiliados en cada circunscripción. Las «relaciones de confianza» no pueden pasar nunca, y en ningún caso por encima de estatutos tan nítidos como los nuestros, como apuntababa José Manuel Ferradas. Si no tenemos claro ni quien ostenta la soberanía en el partido, no creo que podamos ir mucho más lejos de lo que ha ido la partitocracia. Para el que aún no se haya enterado, la soberanía reside en TODOS los afiliados y no en los fundadores del partido.
      El caso es que muchos sí lo tienen claro, pero están dispuestos a ir más allá, violentando la democracia interna, con tal de que se impongan sus intereses, ambiciones o ideas particulares. Y confían en que los demás miremos para otro lado, porque ellos son quienes son. Democracia de chichinabo para adolescentes, vaya.
      Creo que la dirección debería empezar por hacer pedagogía democrática, primero entre ellos mismos, y luego entre muchos afiliados.
      Un saludo.

      • Hola Victor, son los votos los que deciden y no las recomendaciones. Por cierto el nivel de participación es más bien bajo. Sí coincido contigo que todos debemos reflexionar y hacer pedagogía. Este espacio por ejemplo no es malo y creo que han salido algunos puntos interesantes.

        Saludos

    • Me doy mus dijo:

      Andres, deduzco por tu twitter que probablemente serás afiliado… A ti no te llegó «la lista» para los delegados al Congreso por Madrid? Pensaba que era vox populi, la verdad… Una cosa es no darle mayor importancia y dejarlo estar, y otra es hablar de ambigüedad cuando lo que sucedió no puede estar mas lejos de la ambigüedad…

  6. manuel ruiz dijo:

    Redoblan tambores, suenan clarines ….¡Muy pronto veremos al toro en la arena!

  7. Chema dijo:

    Podríamos estar de acuerdo Andrés … pero tienes que poner mejores argumentos.

    Mi principal argumento en cuanto a que la dirección actual debe mantenerse neutral son las palabras que dijo Rosa Díez sobre que las primarias:

    http://rosadiez.net/2010/08/16/las-elecciones-%E2%80%9Csecundarias%E2%80%9D-del-psoe-de-madrid/

    “En las elecciones primarias los candidatos no son designados por el jefe ni defendidos o apoyados por aparato ninguno. Cuando eso ocurre, se pervierte el propio sistema; y pasan a ser elecciones al viejo estilo, sólo que disimulando.”

  8. Víctor del Hoyo Arriaza dijo:

    Hola Andrés, estamos de acuerdo en que al final esa es la clave, la implicación y la participación. Pero es que da la impresión de que dentro de UPyD pasa como con la partitocracia en las elecciones para la instituciones: cuanta menos gente se entera de que va esto y menos participan, más fácil es montar el chiringuito y controlarlo. LLegamos a la profunda incoherencia, de que dentro de UPyD no interesa hacer pedagogía. Interesa más hacer «recomendaciones». Y eso es de una gravedad extrema para un partido como el que dice ser UPyD. Un engaño de proporciones mayúsculas que no podemos permitir. Yo no estoy aquí para eso desde luego. Ni para permitir que me engañen, ni para que transmitan a través de mi buena voluntad y colaboración a la sociedad, un mensaje que entiendo como mentiroso y cínico . Bastante tenemos ya.

  9. Emmanuel Baena dijo:

    No veo mal que los miembros del Consejo de Dirección apoyen a algún candidato concreto, y tampoco vería mal que el propio Consejo de Dirección dé apoyo explicito a alguien, eso sí, sin usar medios diferentes a los que puede usar cualquier otro candidato.
    Las críticas a ésto vienen dadas porque sabemos que la opinión del CD tiene mayor influencia ya que se suele confiar más en su criterio, lo cuál es lógico ya que han sido elegidos por la mayoría. Pero es que todos los candidatos tienen que ganarse la confianza de otros para ser votados, ¿como si no en democracia?
    Entiendo que si el CD no puede anunciar su apoyo explicito, entonces nadie debería poder anunciar su apoyo a ningún candidato.

    Lo que sí veo pobre, es que los que voten no se informen mínimamente de los posibles candidatos, peor aún, que haya candidatos que ni si quieran presenten la «publicidad» de su candidatura.

    • alexroa dijo:

      Emmanuel, discrepo radicalmente en una cosa. Dices que «si el CD no puede anunciar su apoyo explícito, entonces nadie debería poder anunciar su apoyo a ningún candidato», pero el CD como tal no es «alguien», no es un afiliado ni un conjunto de ellos, es el órgano superior del partido, luego no se puede hacer esa equivalencia. Nosotros mismos solemos decir, erróneamente, que «el CD son Fulanito y Menganita», cuando lo correcto es decir que «Fulanito» o «Menganita», afiliados de UPyD, ocupan determinados puestos en el CD (porque para ello se les ha votado), pero no «son» el CD.

      • Emmanuel Baena dijo:

        En eso tienes razón, lapsus mío. Quería decir que si los miembros del CD no pueden apoyar explicitamente a un candidato, nadie debería poder hacerlo 😉

      • alexroa dijo:

        Un «lapsus revelateur», como dicen los franceses 😉

  10. Víctor del Hoyo Arriaza dijo:

    Hola Emmanuel y Alex.
    Este tipo de confusiones, tan básicas, como la que ha destapado el propio Alex, sobre ciertas cosas importantes, son la clave de la bajísima calidad de la democracia española y de la muy mejorable democracia interna en UPyD. Sigue pesando más el «quién» que el «cómo». Los afiliados miembros del CD, desgraciadamente, están más a mantener el chiringuito que a fomentar la pedagogía democrática interna. Y digo yo… Si ni los afiliados de UPyD tenemos claro lo que significa la democracia representativa ¿cómo se lo vamos a explicar al resto de ciudadanos españoles sin contaminarlos y confundirlos más todavía? Y lo que es mucho más grave, por mucho que les expliquemos… ¿qué van a sentir cuando vean prácticas totalmente contrarias al espíritu de lo que defendemos?
    La primera medida de un pedagogo recto es que sus alumnos tomen distancia sobre el propio pedagogo y sobre sus ideas. El pedagogo sólo pone una semilla para que germine en el terreno de cada cual. Estos «pedagogos» lo que quieren son votantes zombis dentro del partido, y así están más que cómodos. A las pruebas me remito. ¿Para cuándo, por ejemplo, una jornada para afiliados sobre democracia interna en los partidos?

  11. Pilar dijo:

    Andrés González (@andresg) en su comentario del 19 de febrero a las 15:08 horas lo dice muy bien: «son los votos los que deciden». Pero no los votos de los afiliados a UPyD, si no los votos de todos los españoles que nos acerquemos a las urnas el 25 de mayo.

    Sosa Wagner tiene una mancha como EuroDiputado y se van a enterar hasta en Marte. Como es eso de la mujer del César que tan poco le gusta a Alex pero que en algunas ocasiones ha empleado «la lideresa»

    Hay otros proyectos ilusionantes y no es UpyD todo lo que reluce, incluso puede que UPyD no reluzca tanto… y hasta ahí puedo leer

Replica a Me doy mus Cancelar la respuesta