Cuidado con las reformas electorales, que las carga el diablo (1ª parte)


Una vez que hayan tenido lugar las próximas elecciones generales, dentro de algo menos de tres meses, y sobre todo si, como se rumorea, se adelantan también las autonómicas de Andalucía y se celebran el mismo día 20 de noviembre en vez de en marzo del año que viene, que es cuando toca, nos encontraremos con un largo periodo de «vacaciones electorales». Pues la siguiente cita electoral será un año y medio después, en marzo de 2013, y consistirá tan sólo en la celebración de las autonómicas gallegas y vascas cuya última convocatoria fue el 1 de marzo de 2009. La siguiente tendrá lugar en junio de 2014, elecciones al Parlamento Europeo, que se celebran el primer domingo de junio cada cinco años, y después tocarán las elecciones autonómicas catalanas, en octubre de 2014. Y el 2015 será de nuevo año electoral total, como este 2011: municipales, autonómicas y generales.

Vamos, que los próximos dos o tres años, debido al adelanto de las elecciones generales y a que las europeas se celebran cada cinco años, no cada cuatro, van a ser muy tranquilos en cuanto a visitas a las urnas. De hecho la mayor parte de los españoles no seremos llamados a votar, tras el 20N, hasta el primer domingo de junio de 2014, casi tres años después, se adelanten o no las elecciones andaluzas. Se abre, por tanto, un periodo de lo más propicio para la reforma de la Ley Electoral, si es que el monstruo de la Crisis Sin Final nos deja pensar en otras cosas que no sea en recortar gastos por doquier, imponer techos a los déficits y ceder soberanía económica en favor de Europa, que es algo que estoy deseando que ocurra, a ver si desde fuera consiguen controlar un poco nuestro desmadre económico-financiero-administrativo.

Como este tema de la reforma de la Ley Electoral (o, mejor dicho, de las leyes electorales, pues además de la estatal casi cada autonomía tiene la suya) es de mucha enjundia y además al incluir números es campo abonado para el engaño a la habitualmente anumérica masa votante, le voy a dedicar una de mis amenas a la par que instructivas series de post (prodesse et delectare, que decía Horacio, ese va a ser mi lema a partir de ahora, je). Esto es sólo el prólogo.

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4 respuestas a Cuidado con las reformas electorales, que las carga el diablo (1ª parte)

  1. foteo dijo:

    Gracias por tu post, Alex, siempre tan instructivo. Aunque no estoy yo tan seguro de que la mayor parte de los españoles no vayamos a ser “convocados a votar, tras el 20N, hasta el primer domingo de junio de 2014, casi tres años después”. Quizá no a unas elecciones, pero sí a un referéndum. En relación con la reforma constitucional que anunció ayer ZP, relativa a la inclusión en la Carta Magna de un techo de déficit, será así siempre que lo solicite una décima parte de diputados o de senadores (todos los nacionalistas y alguno más estarán encantados de someter al sistema a este “test de stress” en estos tiempos de turbación; salvo la oportuna compensación, claro). Pero además está pendiente la reforma de la sucesión a la Corona, que debería abordarse al final de una legislatura y con el Rey todavía en un aceptable estado de salud (es decir, ya), porque aquí si que son preceptivos, tras la aprobación del principio de reforma por las Cortes, la disolución inmediata de las mismas, nuevas elecciones y referéndum de ratificación. Si esta reforma no se hiciese y el Rey falleciera, abdicase o fuese declarado incapaz, cualquier hijo varón de Felipe y Leticia (ya nacido o que naciera posteriormente) sería Príncipe de Asturias, y a ver cómo luego le explicas tú esto a la niña Leonor.

    Un saludo.

    • alexroa dijo:

      Pues aunque yo hablaba de elecciones, no de referendums (o referendos o referenda, como se diga), es cierto que existe esa posibilidad. Veremos que pasa, si de verdad se reforma la Constitución en todos los puntos en que sea necesario y se la deja de tratar como a un texto sagrado (en teoría, porque luego se incumple alegremente y sin ningún pudor).

  2. manuel ruiz dijo:

    Pues yo, como ya he vuelto, me manifiesto: No estaría mal un poquitillo de tranquilidad urnaria (que no urinaria, algo que los de una edad ya agradecemos). El miedo que me da es que se quede España en exclusivas manos del PP por una larga temporada porque…… si unos son Guatemala, los otros son Guatepeor

  3. Foteo, los niños tardan al menos 9 meses en nacer y no parece que los príncipes quieran tener más. Y luego esta el tema de que una reforma de la constitución podría hacer que el príncipe de Asturias no heredase el trono de España o incluso perdiese su título, del mismo modo que nadie garantice al actual príncipe que se vaya a convertir en Felipe VI si los republicanos enmiendan la constitución.

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