Cuando tener buenas ideas no es suficiente


DesenchufaCorruptoA punto estaba de publicar este post, inspirado por el artículo de Jorge Galindo en Vozpopuli «Por qué UPyD no arrasa«, cuando se me ha adelantado el diputado nacional y número dos de mi partido, Carlos Martínez Gorriarán, con su respuesta en Osoigo, una página web que sirve para hacer preguntas a aquellos políticos que previamente se han ofrecido a responderlas. Por cierto que de los 96 políticos que participan, diputados nacionales o autonómicos, senadores, concejales o altos cargos orgánicos en sus partidos, 6 son de UPyD: los diputados nacionales Carlos Martínez Gorriarán y Toni Cantó, los autonómicos Ramón Marcos (Madrid), Nacho Prendes (Asturias) y Gorka Maneiro (País Vasco), y el concejal y portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, David Ortega. También estuvo apuntado el eurodiputado Francisco Sosa Wagner, que figura ahora como «temporalmente no disponible» (¡ejem!). Un porcentaje muy alto para la representación que tiene UPyD en las instituciones. Para hacerse a la idea, 30 de los 96 son diputados en el Congreso, es decir, un 8% de los 350 diputados nacionales participa en Osoigo, pero en el caso de UPyD son 2 de 5, un 40%.

Volviendo al tema del post, diré que estoy de acuerdo casi con la totalidad de la respuesta de Gorriarán, que aquí demuestra una vez más que domina mejor las 140 líneas que los 140 caracteres (que, dicho sea de paso, creo que casi nadie utiliza adecuadamente), y que al fin y al cabo es el ideólogo del partido en el que milito por sus ideas, no por sus líderes, por lo que difícilmente puedo estar muy en desacuerdo.

Diré también que a última hora le he cambiado el título al artículo, que inicialmente iba a titularse «cuando tener la razón no es suficiente», pues ya se sabe que la razón es el don mejor repartido del planeta porque todo el mundo cree tener de sobra, nunca oiremos a nadie quejarse de su falta. Y, en España, aún menos.

Resumiendo mucho, el artículo de Jorge Galindo en Vozpopuli venía a decir que los votantes españoles que se sienten de centro (5 ó 6 en la escala habitual de 1 a 10, izquierda-derecha) no acaban de decidirse a votar a los dos nuevos partidos que podrían representarles, UPyD y C’s, y que en el caso de UPyD es porque se nos percibe como centralistas, a pesar de nuestra apuesta por el federalismo, y porque no damos imagen de renovación, ya que nuestra líder lleva más de treinta ocupando cargos políticos. El punto clave del artículo, muy certero en mi opinión, es el siguiente párrafo:  «El segundo eje en el que UPyD debería funcionar pero no lo hace es el que podríamos llamar viejo-nuevo, casta-el resto, corruptos-ángeles… como se desee. El caso es que el votante medio está castigando de manera furibunda a quien ya estaba antes de que todo estallase por los aires (económicamente, institucionalmente), y este castigo no parece revertir positivamente en UPyD.«

La respuesta de Gorriarán, tan larga o más que el artículo original, empieza diciendo que está de acuerdo con el artículo al 50% (así lo dijo en Twitter) y agradeciendo la crítica de calidad de Jorge Galindo. Continúa cuestionando la «tendencia abusiva a reducir la política al análisis de encuestas en vez de al modo de cambiarlas, que es como yo entiendo la finalidad de la política«. Y ahí soy yo el que está de acuerdo al 100% con el número dos de mi partido, que a continuación afirma que «se actúa por reacción a las encuestas, más que para la solución de los problemas de fondo que aquéllas expresan. Los medios convertidos en los únicos fines». 

Los ejemplos son innumerables, y ahí tenemos, por un lado, el fenómeno Podemos, en fase de crear un programa con todo aquello que quiere oír «la gente», da igual que sea contradictorio, como pagar menos impuestos y tener mejores servicios, y por otro a los viejos partidos, en busca de su identidad perdida, con el caso especialmente dramático del PSOE, que en su 135 aniversario se ha enredado él solo con el reformado artículo 135 de la Constitución, renegando de su pasado, complicando aún más su presente y, posiblemente, renunciando a su futuro.

Continúa Gorriarán su respuesta razonando sobre «¿qué hacer?» y de nuevo tengo que estar de acuerdo por completo cuando dice que «si no hay ideas ni objetivos, la política se convierte meramente en lucha por el poder como fin en sí mismo, y al menos para mí deja de tener cualquier interés«. Discrepo un poco en su férrea defensa de la actual dirección y líder del partido, y en su consideración de que «tirar por la borda el principal capital político de UPyD sería simplemente un suicidio estúpido. Y adoptar la lógica de echar a veteranos de gran altura política para entregar el partido a guapos sin pasado, cuya poca capacidad solo compensa un gran narcisismo, me parece una forma de suicidarse«. Porque no se trata de echar a nadie ni de suicidarse, tan sólo de renovar lo que sea necesario cuando sea necesario (y ahora lo es, en mi opinión). Ni me gusta tampoco la asociación «jóvenes y guapos = políticos incapaces», lo mismo que no creo que «viejos y feos = políticos capaces». Y no es que me sienta aludido, que creo que según esa clasificación también me puedo definir como «de centro».

Concluye nuestro diputado y número dos de UPyD reflexionando sobre la caída del bipartidismo y la posible creación de uno nuevo, y diciendo que «no fundamos UPyD para arrasar nada, sino para liderar la construcción de una democracia española y europea avanzada. Necesitamos votos para este objetivo, no al revés. ¡A mí esto es lo que me preocupa de verdad!» Y tengo que decir que vuelvo a estar por completo de acuerdo, pues aunque yo no sea uno de los fundadores del partido, sí que formo parte de él desde casi el primer día por un motivo muy concreto, que es la apuesta por la regeneración democrática, por la creación de una democracia de calidad.

La creación de una democracia de calidad implica un respeto a las reglas del juego que impida que, gobierne quien gobierne (y eso, a mí, me resulta bastante indiferente), se aproveche de lo que es de todos en beneficio propio y de «los suyos». Y ese es para mí el punto clave, pues la corrupción no es cosa sólo de los políticos y de los grandes empresarios, como se nos quiere hacer creer. Como nos demuestra el caso de los ERE andaluces, por poner un ejemplo, la corrupción no es que esté institucionalizada, es que está generalizada en la sociedad española, forma parte consustancial de ella. Porque de esa estafa a gran escala se han aprovechado no solo los políticos que la han diseñado y ejecutado, sino cientos o miles de ciudadanos andaluces, atrapados voluntariamente en esa enorme red clientelar. Y, sin salirnos de Andalucía, ahí tenemos el fraude de los cursos de formación o el del PER. Y lo mismo podríamos decir del resto de España, Cataluña incluida, por supuesto, y en un destacado lugar.

Los siete años que llevamos de crisis han hecho aflorar una parte importante de esta corrupción generalizada, pero sin duda falta todavía mucho por salir a la luz. Y, sobre todo, nos falta a los españoles asumir que si la corrupción ha alcanzado tales niveles ha sido porque lo hemos permitido, porque hemos votado a partidos políticos que la practicaban a gran escala sabiendo o sospechando que lo hacían. Y si lo hemos permitido es porque en el fondo no nos importaba, porque consideramos aceptable ser unos pillos, cada uno en su escala (y como soy funcionario desde hace un cuarto de siglo sé bien de lo que hablo, que en la Administración se ve cada cosa …).

Los españoles hemos cambiado mucho en los últimos treinta o cuarenta años. La violencia ha disminuido muchísimo, y de hecho somos uno de los países con menores índices de criminalidad del mundo, incluso de Europa, sin que haya sido necesario endurecer apenas las leyes; hemos dejado de matarnos al volante, en gran parte por la mayor seguridad de coches y carreteras, pero también porque conducimos mejor; hemos dejado incluso de fumar en sitios públicos y en gran parte de los privados, aunque para ello sí que hubo que recurrir a estrictas leyes. Así que creo que es posible que también dejemos de ver las pillerías, la picaresca, el engaño y la corrupción a cualquier escala como algo aceptable, incluso envidiable. No sé si llegaremos a los niveles de los países del norte de Europa, donde un ministro dimite porque se descubre que ha plagiado su tesis doctoral, o un miembro de la Cámara de los Comunes británica lo hace por haber aceptado un regalo de cientos de euros, pero al menos espero que avancemos decididamente en esa dirección.

En UPyD hemos hecho las cosas muy bien en el tema de la transparencia y la lucha contra la corrupción tanto a nivel nacional como autonómico y local, y no hace falta que enumere ejemplos, pues son bien conocidos por mis lectores. Pero por algún motivo no se nos termina de asociar con ello, como demostraba una reciente encuesta en el diario El Mundo. Y, para mí, si no conseguimos esa asociación inmediata, casi inconsciente, entre los ciudadanos, no podremos triunfar. Y para conseguirlo tiene que ser estrictamente cierto, aquí no vale decir que es que no se está comunicando adecuadamente. Porque la transparencia y el respeto a las reglas no son algo relativo y cuestionable, como la derecha y la izquierda, o «el pueblo» y «la casta». El grado de transparencia es algo perfectamente medible, desde la máxima opacidad hasta la transparencia absoluta, y lo mismo el respeto a las reglas del juego, desde la marrullería y el engaño permanentes hasta el perfecto fair play.

Esa es, o debería ser, la guerra en la que ha de luchar UPyD. Una guerra que inevitablemente solo se puede ganar a largo plazo, que no admite atajos y que no soporta las contradicciones entre lo externo y lo interno. Porque si hasta dentro del partido que hace bandera de la lucha contra la corrupción se justifican o tapan comportamientos poco éticos en aras del bien común es que no vamos bien. UPyD debe comportarse hacia dentro del mismo modo, o incluso mejor, de lo que exige hacia fuera. Ese es para mí el único camino que nos puede llevar al éxito, independientemente de si nuestros líderes son más jóvenes o más viejos, más guapos o más feos, e incluso de si se manejan mejor o peor en los medios de comunicación o redes sociales, tan dados a la creación de flores de un día. Porque esta es una guerra a muy largo plazo, y el mundo no se va a acabar mañana, ni tampoco España ni los españoles.

DesenchufaCorruptoGalapagar

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19 respuestas a Cuando tener buenas ideas no es suficiente

  1. aurorasotos dijo:

    Casualmente, esta mañana había leído este artículo, que rescata las ideas de Mosca: «¿Siempre habrá una élite?, “La clase política” de Gaetano Mosca» (http://mneudecker.blogspot.com.es/2014/11/siempre-habra-una-elite-la-clase.html
    Utilizando la expresión de Mosca, creo que vivimos en la renovación molecular, casi permanente, y aunque algunos de los que serán cambiados se resistan, se producirá.
    Gracias por traer el debate hasta aquí. Buena semana.

  2. aurorasotos dijo:

    Ah!, perdón Alex, por hacer publicidad de otro en tu blog. Sé que eres generoso y me disculparás. Abrazo.

  3. Francisco Julián MORENO DEL AMO dijo:

    Si, Aurora, siempre habrá unos que sigan, y por tanto habrá otros que dirijan.
    En cuanto al artículo, es largo pero sustancioso. Lo más notable de la respuesta de Carlos M. Gorriarán son sus dos omisiones.
    Al cargar las culpas de la autocrítica en los fallos de comunicación evita los dos grandes problemas de nuestra organización, que son:
    – las listas cerradas para las elecciones internas, y
    – la influencia del «aparato» en las mismas.
    Mejorar nuestra comunicación inevitablemente pasa por superar ambos problemas, ya que son dos contradicciones brutales con nuestro mensaje de ejemplaridad y transparencia.
    Como dices, Alex, la identificación de nuestro partido con la regeneración es defectuosa. Y a mi juicio lo seguirá siendo mientras no superemos nuestras contradicciones.
    Nos ponemos como ejemplo, aunque nadie nos lo ha pedido. Pues tengamos el valor de asumir esa ejemplaridad.

  4. Por cierto, en Osoigo no salimos más porque no quieren, porque yo me apunté en el minuto cero y me dijeron que no metían de momento a concejales «de pueblo» (sic) 😀

  5. Sobre el asunto en cuestión, creo que en este país falta por abordar «la otra politización indecente» la de los medios de comunicación.

    Vale que nos falte un hervor en la comunicación pero tampoco es que no se haya intentado. Se habrán cometido errores con seguridad pero no el de no enviar información de nuestras propuestas. La realidad, es que no interesamos porque somos incómodos para «los que pagan» favores y pecunios a los medios, mientras que otros partidos, bien porque son asimilables, bien porque prometen mantener el pecunio, ocupan portadas a diario con inconsistencias que no van a ninguna parte.

    • chemalarrea dijo:

      Eso lo he oído muchas veces Fernando, pero en cuanto llega Podemos que es «incómodo» para «los que pagan» , partido que es poco asimilable (quiere eliminar todos los medios de comunicación privados), y que justamente hace bastante mejor, para mi y mucha gente deja de ser una excusa.
      Por otro lado creo que en comunicación en los medios hemos mejorado últimamente, y por lo menos ya no les insultamos (o al menos quien lo hacía ya no lo hace públicamente) o al menos les atacamos menos.

      Los de osoigo no saben el par de «peazo» concejales que se pierden.

  6. Pilar dijo:

    Desde la barrera (como siempre)… Una de las cosas que percibo en UPyD, que le hace parecer «casta» es la falta de debate interno, las monoideas, el «quien se mueva no sale en la foto».

    Curiosamente el otro día hablando con un norteamericano, pais antonomástico del bipartidismo, me discutía y acabé dándole la razón, que en EE.UU. hay más debate de ideas que en España. Cada partido tiene sus corrientes y para las elecciones del candidato se producen luchas encarnizadas, debates de envergadura, exposición de objetivos y medios que ya quisiéramos para aquí en el Parlamento. Esas son las verdaderas elecciones norteamericanas, los caicus. De hecho, suele ser frecuente ver en el ticket a dos políticos que han sido rivales hasta días atrás, porque es mejor animar a sus votantes a participar en las generales a que se queden en casa. Aquí lo que más conocemos es el Tea Party pero a mi hay un norteamericano que me apasiona durante las últimas campañas para elegir al candidato republicano y este es Ron Paul (que muchos lo sitúan en el Tea Party cuando se enfrentó nada menos que a Palin). Este hombre nunca tira la toalla, aunque matemáticamente sea incapaz de ganar siempre sigue adelante porque, según piensa, efectúa una labor pedagógica explicando los fallos del sistema que son muchos… en fin, no me enrollo, pero este candidato por 2 veces a la candidatura republicana aboga nada más y nada menos por hacer desaparecer el impuesto de la renta y la Reserva Federal… y sigue en su partido, por cierto, con mucho apoyo entre los más jóvenes… Curioso

    Aquí, en España, por poner un ejemplo reciente, en los partidos políticos, en todos, incluyendo UPyD, cuando se produjo la abdicación de D. Juan Carlos no se abrió un debate público sobre monarquía vs. república… Había unas lineas oficiales, siempre hay una «opinión oficial» como si no pudiéramos estar en desacuerdo en nada… Mis mejores amigos son aquellos con los que discuto sobre múltiples cosas, porque son los que me enriquecen y me hacen ver el mundo desde otra perspectivas… los que siempre están de acuerdo me parecen gente simplona que no me aporta nada y me quitan tiempo de estar con personas que piensan de verdad

    Para terminar, Kennedy hizo y dijo cosas muy interesantes en sus 3 años de Presidencia, pero muchos sólo le recordaran por el famoso debate televisado con Nixon. La comunicación en el siglo XX era importante, en el XXI es vital. ¿De que sirve tener buenas propuestas si sólo lo sabes tú? Y ya no sirve la excusa de que no nos prestan voz en los medios de comunicación… a lo peor es que el discurso no suena tan diferente del resto, aunque en la práctica si lo sea

    ¡Cuanto me enrollo! Sorry

    • chemalarrea dijo:

      En toda cena de UPyD que se precie sale a relucir el debate «Monarquía vs República», y es un debate muy vivo dentro del partido. Siempre hay las personas que no les gusta debatir ni pensar mucho, y dicen que para que hablarlo … otros creemos en la riqueza del debate.

      En el propio II Congreso hubo varias enmiendas al respecto para que UPyD se definiera republicana o monárquica.

      Por cierto, muy interesante lo de los caicus. Sobre las primarias aún no entiendo como un partido como UPyD no las utiliza para darse publicidad.

      • Pilar dijo:

        No lo sabes tú bien… cuando te lo explica un norteamericano, lo de los caucus (errata anterior) entiendes lo que es de verdad la democracia y el debate de ideas; y si le añadimos el tema de como se financian, los anuncios, el que puedan votar todos, TODOS y el sentirse partícipes, pero de verdad… bueno, de repente descubres que hay otra forma de hacer política… y por aquí creyendo que eran todos burros o elefantes.

        Lo otro lo he puesto como ejemplo, pero no sólo en UPyD, se echó en falta en todos los partidos políticos que se les diera más voz a sus facciones republicanas, que haberlas, haylas. Podría haber dicho como los grupos pro-vida del PSOE o los pro-abortistas del PP que son acallados (que también existen, of course)

        Y lo de los medios de comunicación es para hacérselo mirar pero seriamente… oye, algo habrá que aprender de Podemos, no en la demagogia, pero si en el altavoz mediático que han conseguido diciendo muchas veces LO MISMO QUE VOSOTROS LLEVAIS DICENDO DESDE HACE MÁS DE 3 AÑOS.

        No estoy de acuerdo con la maquiavélica idea de que el fin justifica los medios pero desde luego sin medios difícilmente se alcanzará cualquier fin

  7. Pablo Sánchez Buján dijo:

    Estando básicamente de acuerdo en lo que por un lado dice Gorriarán y por otro tu apoyas mayoritariamente, creo que uno de los problemas que ha tenido UPyD es que no ha sabido «conectar con los medios de comunicación» por lo que nuestro mensaje no ha llegado a los ciudadanos en «su momento», desde hace 7 años. Para mí, creo que nos hemos equivocado en la estrategia de comunicación, pensando que las redes sociales lo son todo, y lo que hemos hecho con esto, es retroalimentarnos nosotros mismos, pero no hemos llegado a los ciudadanos. En los últimos meses algo ha cambiado y ya se nos ve y escucha más pero creo que es un poco tarde y nos costará remontar al lugar al que tenemos derecho por nuestro mensaje.
    Sobre la renovación de nuestros líderes, creo que es un tema interno, que hay que hablarlo entre los militantes dentro del partido y en el momento oportuno. Hablar ahora de esto es «tirarnos piedras sobre nuestro propio tejado», que los medios de comunicación convierten en cañonazos.

    • Pilar dijo:

      No, hombre, no… si lo dejáis para «hablarlo entre los militantes dentro del partido y en el momento oportuno» no vais a tener el feedback de los ciudadanos, que son los potenciales votantes

      A mi Rosa Díez me parece una lideresa fantástica con muchas luces y algunas sombras pero creo que no sabéis de verdad lo que opinan el resto de personas que les interesa la política de poco tirando a nada pero que sin embargo votan cada 4 años.

      Has explicado perfectamente el bucle de UPyD con su estrategia de comunicación basada en las RRSS, pues eso también sirve para «los momentos oportunos»… si se quiere dar imagen de transparencia, hay que ser transparente en todo, incluso en el cuestionamiento del líder… el líder cuestionado es más líder, a mi me parecía más líder Fraga que Rajoy y el primero tuvo muchos más detractores internos que el segundo

      Ay,perdón, perdón,… que tengo la tarde tonta y estoy extendiéndome demasiado

  8. Enrique calvet Chambon dijo:

    Pues esta vez tengo dificultades con mi admirado Alex, y ciertos descauerdos básicos. Por eso escribo, porque para alabarle, que es lo que haría normalmente, sé que lo aburriría. Por ser conciso, yo creo que el gravísimo, profundo problema actual de UPyD es que no tiene discurso político claro, o ninguno, o, lo que es peor, los votantes no lo perciben. Es cierto que muchos, o todos, nos metimos ( y seguimos) en esto para apoyar un proyecto de Ciudadanía y de España, pero nadie lo notaría ( ni sabría definirlo) a la vista de lo que estamos haciendo. Eso es, justamento, lo que hemos perdido, y lo que hemos alejado de nuestro nicho de voto. Y lo estamos banalizando día a día, con simplificaciones más o menos frívolas, reduciéndolo a un monotema y convirtiendo un Partido en una agencia de detectivas , la Santa Inquisición o el templo de las vírgenes vestales impolutas. La verdad es que yo ni he hecho, ni hago, política para conseguir que La Pantoja vaya a la cárcel ( y si logro demostrar que era afin a C’s, entonces ya llego al extasis.) Pretendo poner mi granito de arena para mejorar la ciudadanía europea y para rescatar a la ciudadanía española del abismo. Eso es nuestro MF. Y decir que eso es la verdadera y profunda razón de hacer política, en lo que estoy de acuerdo, y hacer en la práctica todo lo contrario, pues que queréis que os diga : otros lo llaman corrupción política.

  9. aurorasotos dijo:

    Para animar un poco más el debate:
    1.- UPyD hace discurso político para políticos y no para ciudadanos (eso no es culpa de los medios de comunicación).
    2.- UPyD en las instituciones (excepto municipales), da clases de universidad, no hace política, hace «papelitos» sin parar sobre todos los temas que se tratan (sean, o no, de importancia radical) que no sirven para aportar soluciones a los problemas de los ciudadanos, sino para llevar a los cargos públicos al límite de sus posibilidades y aumentar las probabilidades de error.
    3.- UPyD tiene una líderesa que proviene del Régimen del 78 y no da muestras de querer ser líder de líderes, sino líder de seguidores. El cambio de régimen ya se ha producido y nuestro partido sigue anclado en el diagnóstico de 2007.
    Por esto y algunas cosas más, UPyD va hacia abajo en las encuestas.
    Bueno, seguiré en otro momento para no cansar.

  10. Yolanda Guío dijo:

    Una artículo interesante y reflexivo, unos comentarios de Pilar, Aurora, Francisco, Enrique… con los que comparto todo o gran parte. Pero me sirve la frase de Alex al final del artículo para señalar el principal problema que nos embarga: «UPyD debe comportarse hacia dentro del mismo modo, o incluso mejor, de lo que exige hacia fuera. Ese es para mí el único camino que nos puede llevar al éxito»
    Necesitamos ejercer dentro el sentido crítico, huir del clientelismo, valorar el trabajo de tantos compañeros que dan ideas, proponen cosas, estudian problemáticas y que no son suficientemente valorados porque no son suficientemente dóciles… Sobra «narcisismo de la diferencia» como nos dijo Boadella, y falta acercarnos más y mejor a los problemas cotidianos de la gente en un momento de crisis económica (no solo política) que está dejando a muchos ciudadanos al borde del abismo y cercanos a la anomia. que diría Durkheim. Y ello es muy grave, en mi humilde opinión.

  11. manuel ruiz dijo:

    Yo soy muy escueto. El problema de COMUNICACION HA SIDO EVIDENTE, OBVIO. Y eso tiene nombre y apellido. Ambos, el nombre y el apellido, han ascendido a las alturas. Como lo peor de los partidos viejunos. También otro ascendió a las alturas, al parecer desde una piedra como el Profeta, y sigo esperando una aclaración al respecto. De ahí mis lagrimitas, a veces. ¡Que lindo todo!

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